La violencia de género es un problema social, resultado de la cultura patriarcal, que supone una vulneración de los Derechos Humanos de las niñas y mujeres que la sufren. Para erradicarla es necesario trabajar por garantizar su prevención, atención eficaz y personalizada, por ello las medidas propuestas son:
1. Fomentar un enfoque de atención a la violencia de género centrado en prevención y la garantía de derechos.
2. Facilitar el acceso a un empleo de calidad en empresas y administraciones para las víctimas de violencia de género.
3. Impulsar una cultura laboral, basada en la equidad y los derechos humanos, para garantizar que los centros de trabajo sean lugares seguros y de buen trato.
4. Introducir en la negociación colectiva, así como en los planes de igualdad, garantías de protección laboral para las víctimas de violencia de género, que vayan desde el desarrollo de protocolos a la implementación de medidas.
5. Aumentar o fortalecer los recursos destinados a la atención a la violencia de género en los centros de trabajo.
6. Realizar campañas de sensibilización e información en los centros de trabajo acerca de la violencia de género.
7. Formación de las trabajadoras y trabajadores para prevenir, acompañar y actuar contra la violencia de género en los centros de trabajo.
8. Crear la figura de acompañante frente a violencia de género en los centros de trabajo.