UGT NO SUSCRIBE EL ACUERDO DE LA DISTRIBUCIÓN DEL FONDO EN EL SECTOR SANITARIO CÁNTABRO EN RESPUESTA A UN “CLARO AGRAVIO COMPARATIVO” |
30 de diciembre de 2020
El Sector de Sanidad de la Federación de Empleados Públicos (FeSP) de UGT exigió hoy que el reparto del fondo adicional del 0,3% entre los empleados públicos del Gobierno de Cantabria se consolide en los salarios de los más de 8.000 trabajadores del personal estatutario del Servicio Cántabro de Salud (SCS), tal y como ya se ha hecho con personal de otras consejerías como en enseñanza o justicia.
El sindicato, que no ha suscrito en el sector sanitario el acuerdo con el Gobierno regional que regula la distribución del fondo adicional, rechaza “este claro agravio comparativo que sufren los trabajadores de la sanidad de Cantabria, simplemente, porque no se les trata igual que a otros y año tras año se llevan la peor parte”.
En este sentido, UGT-Sanidad considera “intolerable e injustificable” que “lo que vale para unos, no valga para otros” y reclama que el personal estatutario del Servicio Cántabro de Salud “nunca sea mejor tratado pero tampoco peor que el resto de compañeros del Gobierno de Cantabria”.
El Sector de Sanidad de UGT recuerda que el sindicato estaba dispuesto a firmar el acuerdo “hasta que comprobamos que el Gobierno de Cantabria consentía a otros lo que no aceptaba para el personal estatuario de sanidad”, lo que “no entendemos bajo ningún concepto”.
El sindicato recuerda que, a diferencia del personal estatutario del Servicio Cántabro de Salud, que percibe la cuantía en una paga no consolidable en su salario; al personal de otras consejerías del Gobierno de Cantabria, como en enseñanza o justicia, sí se les integra la parte del fondo adicional que les corresponde en sus remuneraciones “y lo tienen para toda la vida, lo que no ocurre con los de sanidad”.
UGT-Sanidad se pregunta “cómo puede ser que un coordinador de Covid en enseñanza perciba 600 euros y un trabajador de la sanidad 50 euros” y critica “el cinismo de unos dirigentes políticos, que mucho se les llena la boca con halagos al personal sanitario por estar ahí en primera fila durante la pandemia, para luego tratarlos como trabajadores de segunda o de tercera categoría”.