SANTANDER, 15 Nov. (EUROPA PRESS) –
El sector de Sanidad de la federación UGT-Servicios Públicos ha registrado un escrito en el Servicio Cántabro de Salud (SCS) en el que rechaza que el Manual de Procedimiento para la Gestión Compartida fechado el pasado mes de octubre “inste al personal administrativo a adoptar decisiones propias de profesionales sanitarios y si la solicitud de los usuarios pasan a ser consultas con sus médicos o no”.
En su escrito, registrado con fecha del 11 de noviembre, el sindicato manifiesta su preocupación y su “oposición rotunda” a que se asigne al personal administrativo de los centros de salud “cualquier intervención y responsabilidad en una decisión que implica valoraciones sobre el estado de salud, necesidades asistenciales o síntomas de un paciente, lo que sólo corresponde a personal facultativo”.
En este sentido, UGT precisa que el citado manual distribuido por el SCS a su plantilla “atribuya” a la denominada Área de Admisión y al personal administrativo “la decisión de si la solicitud del paciente es un problema de salud o un trámite administrativo, si la posible consulta médica será presencial o telefónica y cuál es el profesional más adecuado para atenderla”.
Además de otras cuestiones que el sindicato no comparte, asegura que el manual “fuerza” al personal administrativo de admisión a resolver aquellas peticiones en las que los usuarios rechazan esperar a la fecha que se les ofrece en lo que el documento denomina “solicitud sin cita” o bien “cita no demorable” cuando el paciente insiste en la urgencia de la atención médica.
En el caso de la mencionada “solicitud sin día”, UGT se opone a que las directrices de gestión compartida del SCS “conviertan al personal administrativo en médicos para hacer un diagnóstico”, mediante una serie de preguntas al paciente en las que tendrá que asociar su patología a tres columnas según su gravedad, decidiendo bien la atención inmediata o una cita posterior en la agenda del médico o de enfermería.
Añade que en “la cita no demorable”, el procedimiento será el mismo que el anterior y el personal administrativo tendrá que pedir igualmente información al usuario y, según el propio manual, “buscar en la hoja de atención sin cita el más parecido al indicado por el paciente” explica el sindicato.
Para UGT, se crearían “situaciones de riesgo innecesarias” en la salud del paciente de las que no pueden ser responsables los trabajadores del personal administrativo”. Critica además que esta opción de gestión compartida “sitúa tanto al usuario como al trabajador en una situación anómala e irregular donde se establece una conversación que carece de cualquier conocimiento sanitario”.
El sindicato recalca igualmente que “obviamente, estas nuevas funciones no se corresponden en absoluto con el contenido del puesto de trabajo del personal administrativo”.
“Si se lleva a cabo, sería una grave irresponsabilidad que además acabaría con cualquier atisbo de calidad asistencial que todavía existe en nuestro sistema de atención primaria gracias a la profesionalidad de sus trabajadores y pese a la enorme carga de trabajo que ya tienen que afrontar”, concluye el escrito de UGT.